Las enfermedades crónicas también conocidas como enfermedades incomunicables se han convertido en la principal amenaza para la salud del ser humano, dejando atrás enfermedades como la malaria y la tuberculosis. Se caracterizan por ser enfermedades de pocos síntomas en sus primeras etapas y de alto costo en su tratamiento. Este es el caso de la Enfermedad Renal Crónica (ERC) y de dos de sus principales causantes: Hipertensión Arterial y Diabetes.

La ERC no ha tenido un papel protagonista debido a que solo representa cerca del 2% de las muertes a nivel mundial en comparación con el 30% de las enfermedades cardiovasculares. Esto lleva a la ERC a pertenecer al grupo de las Enfermedades Incomunicables Olvidadas, limitando significativamente el desarrollo del tratamiento y los avances en diagnósticos adecuados. Lo anterior, sumado a un crecimiento de cerca del 6% anual de pacientes, prende las alarmas a nivel mundial especialmente cuando se tiene en cuenta el alto costo del tratamiento de reemplazo renal en sus etapas avanzadas.

La ERC afecta en mayor medida a países en vías de desarrollo en donde el acceso a los sistemas de salud es insuficiente. El crecimiento de la enfermedad y de sus patologías causantes, genera una gran presión para los sistemas de salud, más aún cuando debido a las dificultades en el diagnóstico la mayoría de personas identificadas con la enfermedad se encuentran en los estadios más avanzados. El tratamiento de la ERC presenta entonces dos retos fundamentales: Eficientizar las técnicas de diagnóstico en etapas tempranas y aumentar el acceso a pacientes en estadios avanzados.

La situación de la ERC en Colombia es similar al panorama internacional. Los esfuerzos de las autoridades de salud asociadas a la creación de las Cuentas de Alto Costo y el continuo seguimiento al tratamiento, dejan ver como el manejo de esta patología representa un gran peso para el presupuesto nacional.

La Terapia de Reemplazo Renal ha llegado a un mayor número de personas a nivel nacional debido a los fondos asociados al tratamiento y la intervención de las EPS, pero es necesario que existan mayores avances para garantizar prevalencias de tratamiento similares a las de países líderes como EEUU o Japón, aproximadamente 1420 ppm y 2505 ppm respectivamente. Colombia mientras tanto cuenta con una prevalencia de tratamiento de cerca de 600 ppm estando ligeramente por debajo del promedio latinoamericano.

Dentro de las Terapias de Reemplazo Renal, tanto en Colombia como en la mayoría de países del mundo, la terapia predilecta es la hemodiálisis. En nuestro país cerca del 70% de los tratamientos se hacen bajo esta técnica donde cerca del 30% es realizado por tratantes independientes; es en esta franja es donde empresas como Renal Medical Marketing Limitada se han enfocado en desarrollar dispositivos que permitan a las organizaciones prestadoras disminuir el impacto que tienen los insumos en el costo total del tratamiento, especialmente en lo relacionado a los concentrados para diálisis.

Las dificultades que presenta el tratamiento y diagnóstico de la ERC, abre las posibilidades tanto para proveedores como tratantes. El reto para ambos grupos actualmente debe ser lograr generar soluciones costo-efectivas innovadoras que se traduzcan en tratamientos menos traumáticos para el paciente, garantizando al mismo tiempo un mayor acceso a los mismos.